Una de las preguntas más habituales que te hacen cuando dices que eres criminólogo es, '¿qué hace un criminólogo?' Tras la pertinente explicación, la conversación puede irse por derroteros o puede pasar a otra pregunta clave: ¿quiénes son los criminólogos más famosos?
Todas las ciencias tienen grandes referentes que muchas personas conocen, incluso cuando no pertenecen a ese colectivo, como es el caso de Euler en Matemáticas, Hawking en Física, Comte en Sociología, etc. Independientemente de que el personaje en cuestión pertenezca a las ciencias puras o a las ciencias sociales, haya muerto hace más de cien años o siga formulando sus teorías, todas las ciencias tienen grandes nombres.
En el caso de la Criminología, la cosa es un poco más complicada porque se trata de una ciencia multidisciplinar, y eso implica que se ha creado a partir de muchas otras disciplinas, por lo que en muchas ocasiones, los criminólogos de referencia... en realidad no son criminólogos. Esto es algo que cuesta hacer entender a determinadas personas, lo que se traduce en caras de incredulidad o preguntas un poco más difíciles de responder, como '¿quién hace la Criminología entonces?'
Para responder a esta pregunta primero debemos definir lo qué es 'hacer Criminología'.
Si es teorizar sobre temas criminológicos que no se traducen en ninguna acción práctica concreta, eso puede hacerlo cualquiera, independientemente de su nivel o tipo de estudios; es más, creo que la inmensa mayoría de los criminólogos de este país estamos ahora mismo en un limbo teórico-divulgativo, que de momento parece no llamar mucho la atención de las autoridades, por lo que en muchas ocasiones, no podemos llevar nuestras ideas y proyectos a la práctica como nos gustaría.
Si hacer Criminología consiste en crear teorías criminológicas, entonces debemos echar mano de un buen manual de 'Historia de la Criminología', porque ahí es donde se pueden empezar a encontrar algunas respuestas, si bien es cierto que enseguida veremos que ni Ferri, ni Lombroso ni Garófalo eran criminólogos. Tampoco lo eran Sheldon, ni Krestshmer, ni Bertillon...
Lo que hay que mencionar aquí una vez más es que la Criminología es multidisciplinar, es decir, se nutre de varias ciencias, sin las cuales probablemente ni existiría.Todos esos señores cuyas obras hemos tenido que conocer para aprobar 'Historia de la Criminología', eran médicos, juristas, psicólogos, psiquiatras, antropólogos, etc.
Ellos se interesaron por explicar el crimen y sus consecuencias desde el particular punto de vista de sus ramas del saber, y es así como se empiezan a formular las primeras teorías criminológicas, aunque, todo hay que decirlo, muchas de ellas son bastante cuestionables: ni los criminales son siempre los feos ni la forma de la cabeza de una persona puede determinar si delinquiría o no. Muchas de estas teorías ya no tienen ningún valor científico más allá del chascarrillo histórico, pero ayudaron a crear la Criminología tal y como hoy la conocemos.
Por otro lado, los estudios universitarios se han ido desarrollando con el paso del tiempo según la demanda y necesidades sociales del país y la época, y por eso es imposible que muchos de los considerados como granes teóricos de la Criminología fuesen criminólogos.
También la historia de la Criminología y de la Criminalística se han venido mezclando hasta fechas muy recientes (y sino que nos lo pregunten a nosotros, que todavía nos siguen confundiendo con los de CSI); muchos hemos estudiado a Bertillon y Vucetich aunque sabemos que no eran criminólogos, sino grandes referentes del mundo de la Criminalística.
Por otro lado, en otros países, esta disciplina se ha desarrollado antes, como es el caso de Estados Unidos, donde la Universidad de California ofreció uno de los primeros títulos oficiales de Criminología en el año 1957, por lo que muchas teorías criminológicas que vienen de dicho país, sí han sido desarrolladas por criminólogos.
Para hablar de la Criminología que tenemos hoy en día debemos remontarnos como mucho al siglo pasado, ya que lejos estamos de las sociedades de otras épocas, en las que lo único que importaba era el delincuente y el castigo.
A título personal considero que estudiamos demasiado las teorías 'de la vieja escuela' y nos quedamos cortos a la hora de conocer a los criminólogos del siglo XX, que son los que creo más han ayudado a definir la Criminología actual y su papel en la sociedad.
Recuerdo perfectamente que mi manual de 'Historia de la Criminología' terminaba sobre los años sesenta, ¡justo en el momento más interesante! Muchos de los referentes de la primera mitad del siglo XX eran en realidad sociólogos (Sutherland, Park, Burgess...), y tengo que admitir que entre ellos están algunos de mis favoritos.
En este punto es bueno recalcar la importancia que ha tenido la Sociología en el desarrollo de nuestra disciplina, ciencia que es la verdadera madre de la Criminología y que creo es bueno hacer saber a las personas que todavía la relacionan más con el Derecho Penal.
Es inevitable que muchas de las teorías que han llegado hasta nuestros días sean de otros profesionales que no eran criminólogos, pero es precisamente gracias a esa riqueza y a esa variedad de conocimientos y puntos de vista, que la Criminología es multidisciplinar. Distinta cosa es que seamos los criminólogos los que ahora tengamos que aprender a aplicar esa teoría por medio del desarrollo de una profesión real.
Podríamos decir que es el psicólogo, antropólogo, psiquiatra, forense, etc., el que se ha preocupado durante mucho tiempo de teorizar sobre el fenómeno criminal, pero es trabajo del criminólogo el hacer un compendio de todo ese conocimiento y llevarlo a la práctica.
El hecho de que muchos referentes de la Criminología de antaño fuesen científicos o pensadores de otras ramas del saber no es intrusismo, es cooperación necesaria (espero que me permitáis bromear con esta figura jurídica).
Siempre que tengo que nombrar a un criminólogo famoso cuando una persona no entendida me pregunta, acudo a los últimos grandes criminólogos que han desarrollado trabajos que todavía hoy nos sirven, bien sea porque sus teorías son válidas incluso en la actualidad, bien porque se sigue trabajando en ese campo concreto de la Criminología. Un buen ejemplo es Tony Peters, con sus estudios en victimología, que pueden seguir aplicándose hoy en día perfectamente, y eso que es un campo en constante evolución.
A mi me gusta explicar que la Criminología es al mismo tiempo antigua y nueva, y para eso uso el símil del árbol: tiene unas raíces muy antiguas (teorías criminológicas creadas por forenses, penalistas, antropólogos, sociólogos...), pero su copa ha crecido muy recientemente (aparición de estudios específicos de Criminología).
Para terminar me gustaría comparar nuestra disciplina con otra que tiene una historia muy parecida: la Electrónica.
Si bien el primer transistor no se fabricó hasta 1947 (y ha evolucionado muchísimo desde entonces), la andadura de lo que hoy conocemos como Electrónica comenzó en 1883, con el llamado 'efecto Edison', pero por aquél entonces no se conocía por ese nombre, sino que era simplemente Física. De hecho, la electrónica analógica como tal no surge hasta 1904, cuando Fleming inventó el diodo y los estudios específicos de Electrónica no han aparecido en las universidades hasta finales del siglo XX.
Hoy en día está considerada como una disciplina independiente de la Física y tiene a su vez diversas ramas, como la electrónica analógica, la electrónica digital, la de potencia o la de control, el campo de los semiconductores, etc.
Por lo tanto se puede decir que la Electrónica (al menos la teoría) tampoco la hicieron los electrónicos, sino los físicos, ingenieros de materiales, etc.
No hace falta investigar mucho para darse cuenta de que algo está cambiando en el panorama criminológico, ya que cada vez se necesitan menos profesionales de otras ramas para hacer Criminología, y eso es gracias a que ya hay criminólogos.
Invito a todo aquél que quiera conocer sus nombres a buscar universidades internacionales que llevan más de veinte años impartiendo estudios específicos de Criminología y publicando investigaciones. Un gran ejemplo es el 'Australian Institute of Criminology'; desde su página web se pueden descargar cantidad de estudios y trabajos en PDF que demuestran que, puede que no hiciéramos la teoría, pero hacemos la práctica, que creo que es lo realmente importante cuando se habla de 'hacer Criminología'.
Nuestra generación, al igual que todos los criminólogos contemporáneos que han conseguido sacar adelante sus investigaciones, tiene una oportunidad de oro, y es hacer los que los padres de la Criminología no pudieron hacer: estudiar las teorías, aplicarlas por medio de proyectos reales y quién sabe si mejorarlas; y todo esto pudiendo decir 'soy criminólogo y hago Criminología'.
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