Posted: 14 May 2015 04:01 AM PDT
En la UOC hemos abierto un espacio de orientación profesional para los estudiantes de criminología que están a punto de graduarse. Se trata de un espacio pensado para facilitar y dar el mejor soporte posible al difícil camino que les tocará recorrer a todos los estudiantes que finalicen, de cara a que les permita clarificar lo que pueden hacer y el modo en el que podrían llevarlo a cabo. En este sentido, es importante que el estudiante sea capaz de enfrentarse a algunos tópicos o prejuicios que pueden terminar por debilitar la motivación que tenía al inicio de los estudios. Los que indico a continuación son solo unos pocos de ellos:
“La criminología no tiene salidas”
Si bien no podemos negar la escasa presencia de salidas laborales, la realidad que vivimos no es muy diferente a la que se encuentran otras disciplinas de nuestra misma rama de conocimiento. Quizá la única diferencia que sí podríamos constatar es que en nuestro caso todavía no contamos con un mercado laboral determinado, y depende en gran parte de nosotros la generación de nuevos espacios donde nos iremos ubicando los próximos años. La desventaja (si se puede llamar así) es que nos obliga a tomar una actitud tremendamente activa sobre nuestra proyección laboral, algo para lo que no nos han educado demasiado y que todavía nos cuesta horrores, en parte por la ausencia de medidas políticas que fomenten y faciliten de verdad el autoempleo.
También debemos tener en cuenta lo que acertadamente suele comentar Arantxa Hernáez: no hay que fijarse tanto en encontrar ofertas donde se indique que buscan criminólogos, sino más bien en buscar aquellas que se adecúen a nuestras competencias. Actualmente la mayoría de ellas siguen encontrándose en el ámbito docente y la aspiración es que esa tendencia vaya perdiendo protagonismo en pro del acceso a otros sectores.
“Solo sirve para ser policía”
Falso. De hecho, para ser policía no es necesario ser criminólogo. Yo, como titulado en filosofía tengo tantas posibilidades de acceder a un puesto policial como un titulado en criminología. Una frase más genérica suele ser “Solo sirve para trabajar en el ámbito público”. A ello también debemos responder que es inexacto, primero porque hasta ahora las salidas se están encontrando más en el ámbito privado, y segundo porque el acceso laboral a lo público se puede hacer también mediante proyectos privados.
“Es mejor estudiar una carrera útil”
Aunque ya lo he reiterado en anteriores ocasiones, no me canso de repetirlo. No son pocas las personas que han estudiado una carrera de las llamadas útiles a las que de poco o nada les ha servido. Y ello se produce por una suma de factores, a saber: que la carrera estudiada no le apasiona lo suficiente como para motivarle en su búsqueda de un puesto en el mercado laboral; que el acceso a un puesto de trabajo en su ámbito profesional está colapsado; que el paro juvenil en España se sitúa en cifras muy elevadas, lo cual genera una competencia muy elevada y dificulta el acceso a los puestos de mejor cualificación…
De toda esa suma de factores hago incidencia en el aspecto motivacional: creo que hay pocas cosas peores que estudiar algo que no te gusta, incluso aunque eso te asegure un puesto de trabajo. Una empresa no solo tiene en cuenta tu formación sino también tus ganas de trabajar en el sector, y eso solo lo consigue haber estudiado en un sector que te encante. Y si te arrepientes siempre puedes encontrar el momento para complementar tu formación con otro grado de lo llamados útiles. Curiosamente, han sido más los casos que me he encontrado de gente arrepentida de haber estudiado una carrera útil, y no tantos los casos de personas que creen haber cometido un error habiendo estudiado lo que les gustaban. Porque ¿En realidad qué sentido tiene arrepentirse de haber hecho las cosas que nos entusiasman?
“Otras disciplinas nos ven con recelo”
Creo que a veces buscamos enemigos donde no los hay. Pocas, por no decir ninguna, han sido las veces que se me han cerrado puertas por decir que soy criminólogo. No hay disciplina recelosas, en todo caso lo único admisible es que haya personas determinadas que sean recelosas. Y si se han dado casos, probablemente el recelo no sea tanto como el que ha habido hasta ahora entre las diferentes instituciones y asociaciones que hay dentro de nuestro propio ámbito.Por lo demás, son más los profesionales que nos ven con buenos ojos que los que sospechan de nuestras cualidades. La transversalidad de disciplinas en un equipo profesional puede alcanzar a unir a las profesiones más insospechadas. Busca tu colectivo, y dentro de él, a las personas que creas que están dispuestas a escucharte. A veces el error es proponerle algo a la persona o institución equivocada, y no tanto a enemistades de unas profesiones sobre otras.
“La criminología es tan solo un complemento del derecho”
No me gusta ver que algunas universidades apuesten por crear dobles grados de criminología y derecho por una razón clara: me parece una forma de seguir teniendo a la criminología sometida a la rama del derecho. Así, los criminólogos seguirán siendo primero abogados o juristas y luego, en todo caso, se hará mención a esa disciplina que continuará manteniéndose en la sombra. El desarrollo de diferentes ramificaciones específicas en la criminología es la prueba de que en realidad es al revés: el campo derecho es tan solo uno de tantos ámbitos prácticos en los que es posible aplicar el conocimiento teórico y empírico que se está aportando en nuestra disciplina.
¿Tienes alguno más que añadir?
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