Autor : MSc Jorge L. Bodes Torres.
Editado por: Flores Editor y Distribuidor, S.A. de C.V.
El libro “El juicio oral. Doctrina y experiencias”, constituye una importante monografía acerca de las características de esta fase del proceso judicial en materia criminal, que puede considerarse un trabajo muy completo y detallado sobre el tema, totalmente actualizado.
El autor es profesor titular de la facultad de derecho de la Universidad de La Habana, con más de quince años de experiencia docente, con el título de especialista en derecho penal y tiene en su haber la experiencia recogida sobre el procedimiento criminal desde distintas posiciones, primero como Instructor judicial durante casi siete años, posteriormente como Fiscal, entre los años 1974 y 1993, habiendo llegado a ocupar el cargo de Fiscal Jefe de la Dirección de Procesos Penales de la Fiscalía General de la República de Cuba entre 1985 y 1993, y desde este último año, hasta el 2003, fungió como Presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Popular, desempeñándose desde ese entonces como asesor del Ministro de Justicia. Ha participado en diversos eventos internacionales, tanto de carácter estatal como académico, ha sido conferencista o ponente en Congresos y otros encuentros de carácter científico jurídico, especialmente relacionados con el Derecho Penal y el Derecho Procesal Penal: Durante varios años fue Secretario de la Sociedad Cubana de Ciencias Penales de la Unión Nacional de Juristas de Cuba y desde el año 2004 uno de sus vicepresidentes y, desde su fundación en el año 2005, es miembro de la directiva de la Sociedad Cubana de Derecho Procesal.
Su dedicación al estudio de los temas relacionados con el derecho, especialmente el Derecho Procesal Penal, le ha permitido elaborar y publicar varios libros, iniciando su carrera editorial con “La detención y el Aseguramiento del Acusado en Cuba”, 1988, enjundioso estudio de los antecedentes de la institución y de su regulación en la legislación cubana, con una segunda edición en 1998, que aún hoy mantiene total vigencia, a pesar de algunas modificaciones que se han producido en la Ley de Procedimiento Penal de la República de Cuba. Posteriormente nos ha ofrecido otros títulos, tales como “Cuba, Judicatura y Procedimiento Penal”, asi como “Sistema de Justicia y Procedimiento Penal en Cuba” y “El Juicio Oral en Cuba”.
En esta nueva entrega titulada “El Juicio Oral. Doctrina y experiencias”, que nos ofrece luego de años de preparación, se aprecia una mayor madurez de su autor como profesional del derecho y como educador y redactor, manteniendo sin embargo, como en obras anteriores, a pesar de lo enjundioso de esta obra, un lenguaje accesible no solo para estudiantes de derecho, sino también para otras personas interesadas en conocer sobre temas jurídicos para enriquecimiento cultural.
Con un estilo ameno y desenvuelto, evitando en lo posible un elevado nivel académico que pudiera dificultar la comprensión para quienes no estuvieran preparados en la materia procesal, el profesor Bodes nos conduce, desde la introducción, por la evolución del derecho procesal penal con grandes rasgos que dan una idea general al respecto, explicándonos posteriormente como se implantó el actual sistema procesal en el orden penal en nuestro continente, específicamente en cuba y Puerto Rico, en los tiempos finales de la etapa colonial.
De inmediato nos introduce en lo que pudiéramos llamar etapas o fases de preparación del juicio, esto es, todo aquello que se lleva a cabo desde el momento en que se conoce de la existencia de un hecho con características de delito, hasta que se adopta la decisión de presentar o no el caso ante el tribunal competente, abordándolo con brevedad, pero sin omitir nada de importancia para comprender en que consisten tales antecedentes del verdadero proceso. Examina brevemente las etapas propias del juicio oral, la fase de impugnación de las sentencias y la fase de ejecución, preparando al lector, ya con este conocimiento, para introducirse en el pormenorizado estudio de lo que constituye el núcleo de su libro.
Tales antecedentes permiten abordar el tema central comenzando por los principios que rigen esta etapa del proceso y que sirven de base a la estructura normativa que le da forma a la actividad judicial, al mismo tiempo que marcan algunas diferencias en relación con otras ramas del Derecho Procesal y que dan al juicio en materia penal y al Derecho Procesal Penal, como conjunto de normas y como disciplina académica, una entidad propia y diferenciada en cuestiones esenciales, respecto a otros procedimientos de orden Constitucional, Civil, Administrativo o Laboral.
En lo adelante, en el tercer capítulo de su obra, el autor se encamina, siguiendo el mismo orden de la regulación legal, al estudio propiamente de la etapa del juicio oral, esto es, del conjunto de actos mediante los cuales los jueces tienen que examinar el caso que se les ha presentado y adoptar la decisión apropiada respecto al acusado, en virtud del resultado del material probatorio que evalúen y en correspondencia con las normas sustantivas y procesales aplicables, conduciendo al lector, de manera lógica y ordenada, por el camino del desarrollo del proceso, exponiendo el autor consideraciones sobre la apreciación y valoración de las pruebas por parte de los jueces y sobre la importancia e implicaciones de algunas regulaciones de especial trascendencia, tales como la incorporación de pruebas que no fueron oportunamente propuestas, las modificaciones de las conclusiones de las partes y el uso de la llamada “fórmula” del artículo 350 de la LPP. No deja de señalar su criterio acerca de algunas insuficiencias que observa.
Pero, además, nos aporta valiosas consideraciones y ejemplos prácticos surgidos del quehacer profesional, que ilustran y permiten conocer la interpretación apropiada de distintos preceptos y la solución de algunas situaciones que en el desarrollo del juicio se pueden presentar. Por otra parte, con frecuencia el autor acude a la comparación de este modo de enjuiciar con otros sistemas procesales en materia penal o procedimientos concretos que se siguen en distintos países, valorando lo positivo o negativo que puede tener una u otra variante, según el caso.
En el Capítulo IV y final, el autor aprovecha para complementar su amplio trabajo sobre el juicio en el procedimiento ordinario en materia criminal, ofreciéndonos en forma sintética las particularidades del juicio oral en otros procedimientos regulados en la Ley de Procedimiento Penal de Cuba, así como de su jurisdicción militar. En este sentido, es de resaltar que la obra está actualizada hasta la última modificación introducida en la LPP, de Cuba, en el año 2000, relativa al procedimiento contra acusados ausentes, respecto al cual el autor no sólo hace descripción de la forma en que ha quedado regulado, sino que nos aporta sus consideraciones sobre particularidades de esta innovación.
Igualmente, incorpora el análisis del juicio de apelación, en sus dos formas fundamentales que conllevan la realización de un nuevo juicio en forma tal que pudieran considerarse esos casos como una “nueva primera instancia”, en la que rigen los mismos principios procesales e iguales facultades para las partes y el tribunal que en la primera instancia, a diferencia de otras variantes de la apelación y el recurso de casación, en los que el tribunal queda limitado a lo demandado por los recurrentes.
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