Reddit es una plataforma impresionante; el intercambio de experiencias y conocimientos que se da en ella es tan elevado que uno podría incluso realizar una tesis a partir de su contenido. La sección AMA (Ask me Anything) aporta el testimonio de cualquier persona en cualquier situación, donde la comunidad de usuarios puede preguntarle lo que sea. En este artículo me gustaría contar la historia de un tipo norteamericano al que llamaré Juan (llamarlo John sería pretencioso).
Al llegar a su adolescencia, Juan descubrió su sexualidad. Se sentía atraído por otros chicos, y las chicas no le llamaban la atención, por lo que entendió que era (y es) homosexual. Si bien esa condición no era tan extraña como le podía parecer en un principio, hubo otro pulso dentro de él que sí entendió como “insano”: sentía atracción sexual por los niños; no del mismo modo que la podía sentir por hombres adultos. Se trataba de atracción física.
Juan era consciente de que dicha atracción no era positiva por diversas razones, siendo la principal que jamás un niño percibirá como normal, natural o positivo una relación sexual por una simple razón: no está física ni mentalmente preparado para ello.
Dicho esto, Juan llegó a la conclusión de que esa parte de él era antinatural y perniciosa, y eso le aterraba, porque no entendía cómo podía sentirse atraído por niños. Tras una reflexión, Juan tomó la decisión de no explorar jamás esa faceta de su ser.
Eventualmente, Juan pasó una etapa muy dura en su vida; falta de afecto, soledad, problemas económicos graves y una crisis en su vida académica. Juan empezó a sufrir, llegando a incubar en él una depresión. La presión aumentaba, y un día, no pudo más.
Generalmente, todos tenemos técnicas para lidiar con la tensión, el dolor y el malestar. Los llamados coping skills son eso mismo: habilidades que usamos para lidiar con todo lo que se nos viene encima: Jugar a la consola, hacer ejercicio, llorar, chillar, desarrollar un hobby, etc. Cuando alcanzamos nuestros límites, respondemos al sufrimiento de muchas maneras. Juan usó la peor de sus opciones: descargó pornografía infantil y se masturbó.
Una vez realizado el acto, Juan fue consciente del error del hecho; no había dañado a nadie directamente, pero explotó una parafilia que implica dañar irremisiblemente a alguien. Tras meditarlo, decidió contar la verdad a algunas de sus amistades y les solicitó ayuda. Éstos contactaron con una ONG cristiana para que ayudaran a Juan. La ONG en cuestión entregó a Juan a la policía, que le procesó y condenó por un delito de posesión de pornografía infantil.
La historia de Juan respecto a lo explicado arriba terminó con su libertad. Actualmente, Juan tiene una pareja estable, y no ha vuelto a consumir pornografía infantil. Según él, no posee un deseo apremiante, y su vida sexual se desarrolla enteramente con su pareja. Sin embargo, Juan es consciente de cuándo y por qué llegó a consumir pornografía infantil. Es consciente de que no posee una naturaleza predatoria, pero sabe qué aspectos de la vida podrían empujarle al pozo en el que entró años antes.
Diferenciar
La pedofilia está clasificada como desorden mental en la CIE-10 (Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud). Las áreas de tratamiento son psicológicas, psiquiátricas y farmacológicas.
Ante todo, es preciso establecer la diferencia entre la persona pedófila y la pederasta: La persona pedófila es la que padece dicha parafilia, y siente una atracción sexual primaria o única por jóvenes pre púberes (menos de trece años de edad); El pederasta es aquél individuo que ha llevado a cabo alguna acción de carácter pedófilo, habiendo dado respuesta física a esa atracción.
El pedófilo siente el deseo; el pederasta es el pedófilo que ha abusado (o lo ha intentado) de uno o más menores pre-adolescentes. Ejemplificando en inglés, al pederasta podría llamársele child molester.
¿Por qué hacer esta diferenciación?
Precisamente, para evitar caer en el error de criminalizar el pensamiento. La pedofilia es una parafilia horrible; Admito que yo sería el primero que caería en prejuicios ante alguien que se confesara pedófilo. No obstante, hay que luchar contra las políticas criminales basadas en la peligrosidad y el miedo, principalmente por basarse no en el pragmatismo ético, sino en la moral y el miedo a secas, alejado de cualquier evaluación científica.
Una vez leído el testimonio de Juan, es fácil ver que hay un punto de inflexión que marca el uso o explotación de su parafilia; el estrés extremo, unido a un inminente desarraigo de sus valores prosociales. No es un ejemplo trivial el expuesto aquí. Los pedófilos que toman la decisión voluntaria de no llevar a cabo actos de esa índole poseen, lógicamente, una peligrosidad menor. Una buena política de prevención pasaría por la necesaria implicación del que podía ser el responsable del abuso a niños; En su momento, Juan solicitó ayuda. Por suerte, según su testimonio, su nivel de autocontrol, su estabilidad y sus vínculos con la sociedad son un enorme muro que separa su persona de su problema.
Este artículo se ha centrado únicamente en aquellos pedófilos que conciben su condición como un problema, y que se niegan a llevar a cabo actos de pederastia; hablar del grupo de pedófilos que sí abusan de niños, e incluso de los que abogan por la pedofilia (por increíble que parezca, existen activistas pedófilos, algunos de ellos con partido político) daría para otro artículo, y el enfoque sería muy distinto. Sin ir más lejos, la apología a la pedofilia ha aparecido en algún medio de comunicación o de entretenimiento público. Un amigo me indicó como ejemplo más sonoro e interesante el de un episodio de Dragon Ball: El general Blue, persiguiendo a Son Goku, Bulma y demás, sentía un afecto romántico por un niño (Obocaman, que en realidad era un robot) que le arreglaba su vehículo averiado. Las traducciones en inglés y castellano intentaron cubrir las inclinaciones del General Blue[1].
Dejando de lado la anécdota de los dibujos animados (esa serie ha sido la infancia de muchos de nosotros, así que mejor no demonizarla), la mejor prevención pasa por ayudar a aquellos pedófilos que no delincan a desarrollar sus propias herramientas de autocontrol en varios niveles, así como una estrategia de prevención de recaídas.
Nota aclaratoria: Juan es homosexual; eso no se vincula, de ningún modo, con el hecho de que sea también pedófilo.
Datos de interés
Película El Leñador: http://www.filmaffinity.com/ es/film203442.html
Documental Líbranos del Mal: http://www.imdb.com/title/ tt0814075/
Fonte: Criminología y Justicia. 02/07/2014.
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