segunda-feira, 17 de novembro de 2014

Apología a la agresividad del criminólogo

“tiene que existir un caos en el individuo, para que dé a luz a una estrella danzante
Nietzsche”.
Soy alguien que tomó la decisión de estudiar un título propio, y desde luego no soy diferente a nadie, ni mejor ni peor, estamos en la misma situación, somos personas que decidieron entrar en la criminología, un sitio en el cual todavía no sabemos cómo se entra, y mucho menos como se sale.
Quiero dejar claro que no defiendo la decisión que tomé, porque tal vez si lo hiciera, perderían credibilidad mis palabras y quizás no tengo la posición para hacerlo. Pero desde luego nadie que se crea superior a nosotros puede respondernos correctamente: ¿Qué podemos hacer? ¿Qué pasos tenemos que dar? La verdad a todo esto carece de sentido mientras la persona que está por encima de mí no me represente. Espero no estar siendo mal entendido por el que se cree que es entendido.
No creo en la línea recta que nos marcan; una pequeña parte (es triste pero es así, todos hemos podido observarlo) de todos los que tomamos la decisión de hacer de la criminología nuestra vida, y me refiero a algunas personas de grado, de licenciatura, de título propio, de X si queréis llamarlo así (y no se trata de cual es mejor); se que estáis de acuerdo conmigo, teníamos hambre, teníamos ganas, teníamos motivación, nos encontrábamos muy lejos de la resignación, nuestros pasos estaban cargados de energía; pero todo parece que se vuelve oscuro cuando no disponemos de una senda, parece que nuestro secreto para llegar a donde queremos estar, se trata de un sí, un no, una línea recta, una meta.
Esa es la sensación que me da cuando leo la opinión de un estudiante de grado defendiendo su territorio y al poco tiempo la réplica del estudiante de título propio. Basta ya. Esa no es la verdadera guerra que tenemos que librar, si queréis ir a las armas, perfecto, yo abogo por la agresividad, pero dirigida, no entre nosotros, dejar de buscar un sí acosta del otro, recuperemos lo que hemos perdido, todo lo que no tenga como consecuencia esto último, se trata de un auto-engaño, “yo estoy mal, pero tu estas más jodido que yo”.
Os voy a decir algo, lo mejor que le puede pasar a la criminología, desde mi punto de vista, es que todos nosotros perdamos esa puñetera esperanza que todos parecemos tener de que esta situación va a cambiar. Sólo si somos conscientes de esto último, dejaríamos de intentar seguir tirando como podemos, para hacer algo con nuestras vidas, abrir nuestro camino, realizar actos, comenzar a luchar y crear nuestro propio sí. (Los griegos ya decían que la esperanza era el peor de los males).
¿Cómo se cambia el mundo que nos rodea? ¡CON PODER DE AGRESIÓN! Se supone que somos expertos en este campo, y todavía nadie de nosotros se ha dado cuenta de que el logro de nuestra independencia se consigue a base de agresión a la autoridad, el desarrollo intelectual se consigue a base de intentar dominar, vamos a dejar a un lado todo lo que nos han enseñado hasta ahora, los buenos modales, aparcar a la bestia doméstica, el monstruo enfermo, vamos a sacar nuestros instintos, nuestras emociones, porque no hay nada que nos debilite más que trabajar, pensar, sentir, sin una necesidad interior, sin una íntima elección personal, sin alegría, ¿Vamos a ser autómatas? ¿Vamos a seguir rechazando la agresividad?
Yo digo que no intentemos cambiar nuestra propia naturaleza, no reprimamos nuestro instinto de crecimiento, nuestro instinto dominador, sacar todo el potencial, recurrir a los instintos, a las emociones ¡dejad que vuestra piel irradie ira! Vamos a ser conscientes de la mierda en la que estamos metidos, vamos a abrir los ojos, no nos auto-engañemos, las mejores experiencias en las que educarnos son las que van acompañadas de frustración y de rabia, son las que nos demuestran que estamos utilizando todos nuestros recursos, vamos a olvidar la idea de ser perfectos, no podemos mejorar sin superarnos, ¡nunca dejaremos de crecer! ¿Acaso preferís conformaros?
¿Os imagináis la sensación que experimentaremos cuando nos percatemos de haber vencido las resistencias que se nos imponían?
Sólo se trata de no ser, para llegar a ser. Espero ser el remedio de algunos, ¿Y de otros? Su perdición.
Porque el cielo no se toma por consenso, se toma por asalto.

 Criminología y Justicia . Posted: 15 Nov 2014

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